Monday, November 30, 2009

Budapest

Para aprovechar de la experiencia de estudiar afuera de los EEUU, es necesario que viajar a través de Europa, y para empezar nuestros viajes del semestre, decidimos a comprar un vuelo a Budapest, Hungría y explorar Europa del este. Al principio pensé que la idea de viajar a Budapest era un poco extraño. ¿Quién viaja a Budapest? ¿Qué se puede hacer en allí? Nunca he oído de personas que pasan sus vacaciones allí. Pero estuvimos todo de acuerdo de que podría ser una experiencia que nunca olivaríamos. Nosotros haríamos este viaje lo que nosotros querríamos ser, algo lleno de memorias y diversión

Salimos de Granada a la una de la mañana y cogimos el autobús a Madrid para nuestro vuelo a las ocho. Antes de llegar a Budapest, tuvimos una conexión en Dusseldorf, Alemania. Llegamos allí y tuvimos mucho tiempo para gastar, cinco horas. Pero, como creativos nosotros somos, nos divertimos, dibujamos un poco, y comimos un montón, pues esto es lo que ocurre cuando estamos aburridos. Llegamos a Budapest por la noche, tratando a encontrar nuestro hostal parecía un poco difícil cuando vimos algunas señales en húngaro, una lengua muy extraña. Estábamos cansados y nos pusimos alegres cuando encontramos el “Lost Hostal.” Estábamos listos para dormir después de un día muy largo de viajando.

Nos levantamos el próximo día para explorar la cuidad de Budapest y visitar algunos de los lugares turísticos. Caminábamos por toda la cuidad, viendo algunos monumentos y visitando algunos museos. El museo que me gustó más era el que se llamaba “Casa de Terror.” Este edificio era dedicado a algunas exhibiciones del nazismo y comunismo que existían y plagaban este país hasta reciente. Este museo era muy interactivo con algunas salas enseñando videos del horror que existían durante la segunda guerra mundial y las barbaridades de Hitler. Hungría tiene una historia asombrosa, algo muy diferente de lo que somos utilizados a aprender. Durante muchos años Hungría ha sido reprimido y concentró en la guerra. No fue hasta que 1989 cuando el último soldado ruso dejó del país, y ellos pudieron ser su propio gobierno. Me asombré de cuanto había aprendido a resulta de esta visita. Si tuviera más tiempo allí, yo pasaría casi un medio día viendo cada detalle. De todos los museos que he visitado, esto fue lo más interesante y lo menos aburrido. Tuvimos además la oportunidad para ver algunos cuartos debajo del museo que servían como cárceles y que fueron utilizados para la tortura de prisioneros. Eso me impactó mucho. A ese momento me di cuenta otra vez como afortunado yo soy.


Después de un día largo, haciendo muchas cosas, por supuesto, teníamos mucho hambre. Por lo tanto, hemos encontrado un lugar para almorzar un plato tradicional de Hungría, goulash. Meghan y yo nos encantó la goulash. El sabor era buenísimo y muy rico. Para añadir, este plato caliente, fue perfecto para un día frío, nos calentó mucho. Desde este momento, no dejábamos de comerla y cuando la dejamos, tuvimos ganas de comer otro plato. Esto me enseño lo que me gusta más sobre viajando. Además de ver muchas cosas nuevas, puedes probar toda la comida del país. Siempre digo que la mejor manera de experimentar un país extranjero está a través su alimento. Se aprenda mucho sobre una cultura siempre alrededor la comida. La comida trae personas juntas y provoca conversación. Además nos enseña sobre tradiciones y nos pone contentos. Siempre hay diversión cuando hay comida y esto no es una mentira.

Además de la belleza y la comida, Budapest fue una experiencia para otra razón. Estuvimos allí durante Halloween, por lo menos para mi, la primera vez celebrando esta fiesta afuera de los EEUU. Fuimos al cementerio nacional donde, los ciudadanos pagaron el respeto a los muertos, colocando velas sobre las tumbas. Nunca he estado en un cementerio por la noche, y aunque al principio parecía un poco espantoso, fue una experiencia muy bonita y algo que nunca he visto antes. La vista del cementerio era hermosa. La luz de ámbar de las velas creó un ambiente por la niebla que nadie podría olvidar. Después de casi una hora explorando, regresamos al hostal para empezar la fiesta de Halloween.

Era provechoso que toda la gente en el hostal era americano o británica, y ellos quisieron celebrarlo y vestirse como lo que normalmente ocurría en los EEUU. Nos divertimos mucho y fuimos de marcha por las calles frías, vestidos como los Spice Girls. Ahora no puedo creer que me había vestido como Sporty Spice. ¿Qué estaba pensando? Aunque, yo casi desarrollé congelación, esto valió la pena porque hemos creados algunas memorias que nunca las olvidaré.

Al final todas mis suposiciones sobre Budapest se equivocaron. Ahora puedo decir con la confianza que Budapest ha sido uno de mis sitios favoritos para viajar

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